La Alianza Sindical Española se constituyó
en 1961, en Francia, por los sindicatos históricos españoles que se encontraban
en el exilio: la Unión General de Trabajadores (UGT), la Confederación Nacional
del Trabajo (CNT) y la Solidaridad de Trabajadores Vascos (STV). La unión fue
posible gracias a la colaboración entre los sindicatos socialistas de la UGT y
anarcosindicalista de la CNT desde la guerra civil perdurando durante el
franquismo en el exilio para sobrevivir a la dictadura, la necesidad de
contrarrestar las fuerzas comunistas que se hacía presente en las mismas
tácticas sindicales a desarrollar y en la existencia de valores morales y
políticos comunes, una convergencia que empezó en 1944 en Toulouse con la
constitución de un Comité de enlace CNT-UGT.
En posterioridad a 1944, en 1952, la
CNT envió una carta a la UGT en que se comentaba la necesidad de la unión del
sindicalismo histórico español ante la aparición de nuevas formaciones en el
interior de España de cariz comunista-dictatorial y social-cristiano. La UGT
debido a su política de aislamiento de otras formaciones sindicales en 1952
hizo caso omiso. Pero debido a las movilizaciones obreras y estudiantiles de
1956 la dirección ugetista decidió cambiar el planteamiento. Las presiones
internacionales aconsejaron la puesta en funcionamiento de los contactos en
1959 para crear la Alianza Sindical Española. El primer embrión de la Alianza
fue el primer comité de coordinación, constituido el 25 de febrero de 1960, con
la participación de la UGT, CNT y STV. En es día se pusieron las bases del
funcionamiento del comité, se aprobó la adhesión a la Unión de Fuerzas
Democráticas y la coordinación de las tres sindicales tanto en España como en
el exterior.
Finalmente, el 23 de mayo de 1961, se
acordó la creación definitiva de la Alianza Española Sindical. En el pacto se
pusieron las condiciones necesarias para pasar de la dictadura franquista a la
democracia, la amnistía a los presos políticos, la devolución de los bienes
incautados, una justicia no vengativa, restablecer las libertades a los
ciudadanos, colaboración para la acción clandestina y propagandística en España
y se dejó abierta la posibilidad, por petición de la UGT, de que se pudiesen
incorporar otros sindicatos a la Alianza.