12 de març del 2019

La tipología documental en la Corona de Castilla entre los siglos XIII y XV


Con el Reinado de Alfonso VII (1105-1157) empiezan a existir cambios importantes en la topología documental castellana que se manifiesta en la preparación del documento y en la estructura de organización y presentación de las piezas documentales. Durante este período de reinado aparece el título de canciller; un canciller importante fue el “magister Hugo” que aparece en casi todos los documentos desde 1135 a 1149 junto con el notario que se les presupone una procedencia del reino de Francia que organizan la chancillería real; el funcionamiento de la chancillería por parte de tres personas, es decir, el canciller, los notarios y los escribanos, y que funcionaba de la siguiente manera: el canciller recibía del rey la orden de hacer el documento y mandaba al notario que redactara la minuta y el escribano hacia la puesta en limpio. Con el reinado de Alfonso X el Sabio se legisla sobre la chancillería real y la organización de la misma recogida en las Partidas, en el Espéculo y en el Ordenamiento de Cortes. En este reinado encontramos un mayor número de personal: canciller, notarios, escribanos, registradores y selladores.
Durante estas épocas con la nueva organización cancilleresca se encuentran unas características propias en los documentos públicos. Así, encontramos caracteres externos y en el lenguaje donde se empieza a utilizar el papel; la escritura se realiza en estilo gótico (caligráfica y cursiva) y en algunos casos en minúscula diplomática; aplicación de elementos ornamentales como miniaturas; desaparición parcial a finales del siglo XII del latín culto aunque se siga utilizando en documentos más solemnes y aparición de textos romanceados.
A partir de entonces surge la aparición de cuatro tipos y categorías documentales nuevas: el privilegio rodado, las cartas y el mandato.
·         El privilegio rodado es el tipo más solemne de la topología documental realizado por la cancillería castellana entre los siglos XII y XV y surgen a partir de Fernando II de León y de Sancho III de Castilla. Están realizados en pergamino de gran formato, con una excelente caligrafía y ornamentados. Además, de las siguientes características:
o   La validación. Se le da realmente mucha importancia donde ser hace intervenir a la familia real dando unos elementos de vistosidad que contribuyeron a hacer que los privilegios rodados tuviesen un diploma hermoso.
o   El tenor documental. Resultaba completo y no faltaba de ordinario ni en las partes de menor sustantividad y más accidentales.
o   Fuente histórica. Tienen un interés relativo porque principalmente se utilizaron para la confirmación de documentos anteriores haciendo referencia a este y siendo confirmado en posterioridad por otras personas.
o   Evolución de los privilegios astures y leoneses. Estos son los precedentes más inmediatos aunque evidentemente hay elementos diferenciadores como la “rota” o rueda dicha así por la forma que tiene el signo real y que da nombre al documento y es de origen pontificio.
o   Uso muy frecuente del privilegio rodado. Su éxito le llevó a ser utilizado a lo largo de cuatro siglos.
o   Uso de fórmulas del privilegio rodado en el protocolo inicial, en el preámbulo o arenga, en la notificación, en la intitulación, en la dirección de a quien va dirigido, en la expositio, en la dispositio, en las cláusulas sancionales y en el protocolo final donde se incluye la validación, una parte importante de los privilegios rodados donde se revestía de gran solemnidad a base de largas listas de personas que confirmaban el documento.
o   El signo rodado. En sus principios consistía en un doble círculo. A partir del siglo XIII su trazado se complica, además de en su policromía y en su leyenda. Entonces constará de tres espacios circulares y el de más interior contiene un emblema característico de la corona como una cruz florensada y cuatro cuarteles con castillos y leones inscritos. En el segundo círculo se escribe el nombre del monarca con una cruz antepuesta. Y en círculo más externo se dejaba para la confirmación del alférez o mayordomo regio.
·         Las cartas. La realización de las cartas también viene regulada en las Partidas donde dice como se deben realizar la carta plomada y la carta abierta, de que partes constaran y con que tipo de sello tendrán que validarse. Las cartas plomadas y abiertas se caracterizan por que carecen en su protocolo final del signo rodado y de las largas listas de confirmantes y de elementos ornamentales en la caligrafía. Tampoco hay fórmulas corroborativas. Servia para documentar los mismos asuntos que el privilegio rodado por lo cual no hay diferencias en su contenido jurídico.
o   La diferencia entre la carta plomada y la carta abierta procede del sello, si era realizado con plomo o cera, usándose mayoritariamente las de cera. De las cartas plomadas se pueden diferenciar de dos tipologías:
§  Tipo primero. Le falta la dirección y cuyo conjunto textual se estructura así: falta de invocación, empieza por la notificación, sigue la intitulación, no hay dirección explícita, pasando a la exposición y a la disposición. Existen cláusulas prohibitivas. En la fecha se escribe el topónimo, día de la semana, día del mes y el año de la era hispánica. Puede contener en la parte inferior una serie de firmas de diferentes funcionarios de la cancillería.
§  Tipo segundo. Lleva la dirección explícita precedida de una intitulación. La dirección suele ser funcionarios o personas con cargo público. El texto se inicia con una notificación.
De la carta abierta su única diferencia elemental es el sello de cera, todo lo demás es igual que el otro modelo de carta.
·         Mandato. Documento que sirve para que el rey comunicase órdenes suyas a las autoridades y a los funcionarios del reino de Castilla. Su origen procede del reinado de Alfonso IX de León, es de gran sencillez. Con Alfonso X se cambia el pergamino por el papel y el sello pendiente.
En los documentos privados también existió un cambio que afectan a la naturaleza del documento privado y a sus estructuras. Los cambios que se producen son la aparición de nuevas clases de documentos como la compraventa, donación, permuta, testamentos, última voluntad y las escrituras del censo. También se usa el romance como lengua en los textos. Como novedades estructurales hay en las compra-ventas y permutas una tendencia a prescindir de la invocación verbal y la invocación es uniforme mediante fórmula, y en los testamentos hay constantemente la invocación, una intitulación y una profesión de fe.

En los siglos XIV y XV la Cancillería real experimenta un reforzamiento a partir de las Cortes de Alcalá de 1348 que atorgaron a las Partidas la condición de ley. Así, desde tiempos anteriores con la monarquía de Alfonso XI se continuaron usando los tipos documentales de privilegio rodado, la carta plomada y el mandato. Del Privilegio rodado sigue siendo igual que en la época anterior. Existen algunas singularidades como las relativas a su forma y tamaño, su contenido y disposición textual. La carta plomada durante este período va realizándose cada vez menos. El mandato prácticamente está desaparecido.
Así, es como surgen nuevos grupos documentales o continúan algunos de los que ya existían:
·         La provisión real. Se caracteriza por el uso habitual del papel, el sello de placa y como lengua el romance castellano. Solían emanar directamente de los reyes o a nombre del monarca. La disposición y fórmulas son las que siguen: intitulación, dirección, salutación, notificación, exposición, disposición, cláusulas sancionales, data y validación.
·         La sobrecarta. Es una clase de provisión real con el objeto de reiterar la vigencia de un documento anterior.
·         La albalá. Será un documento que se refiere siempre a asuntos económicos usándose en la administración del reino para el nombramiento y asignación de salarios y para la exención de tributos  y cargas económicas. Existe también una gran variedad de las partes que forman el tenor documental.
·         La carta misiva. Sirvió para la comunicación de los reyes con sus vasallo, otros reyes y nobles.
·         La real cédula. Sustituirá a la carta misiva en sus funciones de correspondencia oficial en un principio pero que luego será como el mandato ya desaparecido.
·         Otros tipos de documentos públicos: las pragmáticas, las sentencias, las ejecutorias, las actas.
La mayoría de los documentos están escritos en romance castellano, se escriben en su sobretodo en soporte papel y la escritura es cortesana. Se reduce el uso del sello y se generaliza el sello de placa o adherente.
En la documentación privada aparecen las cartas de pago y las cartas de poder.

En tiempos de los Reyes Católicos encontramos que la cancillería real está compuesta por el canciller, los notarios, el mayordomo mayor, los contadores mayores, los escribanos mayores, los concertadores, los secretarios y los escribanos. Continúan existiendo los documentos tradicionales y surgen nuevos tipos documentales o renovados:
·         Carta real de merced. Son documentos en papel y en letra cortesana, solemnes y se caracterizan por no tener invocación, titulación corta, otorgamiento en la parte dispositiva y el mandato o orden. Sirven para los casos de mercedes concedidas por la realeza a súbditos en concepto de dinero, ciudades, villas o lugares para su gobierno y disfrute de rentas, cargos públicos…
·         Carta de privilegio. Su finalidad consiste en ser garantía jurídica de otros documentos reales anteriores. Son de categoría igual o parecida a los privilegios rodados. El tenor documental está formado por invocación verbal, preámbulo, notificación y se inserta el documento reproduciéndolo íntegramente.
·         Carta de privilegio y confirmación. Es un documento ideado para confirmar otros anteriores con privilegios y mercedes concedidos a personas o instituciones. La mayor parte de los documentos confirmados son cartas de privilegio.
En la documentación privada se registra una mejor organización de las notarías. Son documentos de compraventa, permuta, testamentos, censos, cartas de pago, cartas de poder… Y surgen contratos con impresores, artistas, libros de fábrica de iglesias, inventarios de bienes, libros de actas, libros de arrendamiento de bienes…