El Honrado Concejo de la Mesta fue un gremio de
pastores y propietarios de ganado estante y trashumante del Reino de Castilla
creado por el monarca Alfonso X en 1273 para que pastores y ganaderos tuviesen
un marco jurídico para regular las condiciones de acceso a los pastos, su uso y
el control sobre ellos. Esto fue debido a la conveniencia de poner fin a las
disputas acaecidas entre los pastores y ganaderos castellanos del norte y del
sur, por el uso de los pastos de la
Mancha y Extremadura. Además, de la propia trashumancia
presentaba grandes problemas en el traslado de ganado a larga distancia para
aprovechar los pastos.
Anteriormente a la
creación del Honrado Concejo de la
Mesta existía diferentes organizaciones parecidas de ámbito
particular en Cuenca, León, Soria y Segovia que en 1273 fueron incorporadas en
la nueva institución castellana.
El Concejo de la Mesta decidía sobre su
organización interna, sobre las inquisiciones del monarca, sobre los miembros
del Concejo y de los conflictos que se suscitaban y que debían de esclarecer. Estos
conflictos fueron aumentando a medida que se fue llevando a cabo la
trashumancia ya que, hasta mediados del siglo XII, la rotación de animales se
acostumbraba a realizar dentro de un mismo territorio donde los fueros locales
regulaban los pleitos.
Una de las funciones de la Mesta fue regular las
cañadas y caminos entre zonas cultivadas, organizándolas en tres: leonesa,
segoviana y manchega. La cañada leonesa partía del sur de León atravesando
Zamora, Salamanca y Béjar para dirigirse a los pastos de Plasencia, Cáceres,
Mérida y Badajoz. La cañada segoviana partía de Logroño pasando por Burgos,
Palencia, Segovia y Ávila para unirse en Béjar con la leonesa. Y la cañada
manchega partía de Cuenca para llegar a tierras murcianas.